El tratamiento antiacné está diseñado específicamente para pieles con tendencia acneica. Este enfoque ayuda a controlar la inflamación y prevenir nuevos brotes de acné.
Beneficios:
Reducción de la inflamación y el enrojecimiento: Ayuda a calmar la piel irritada.
Control de la producción de sebo: Regula la secreción de aceite, reduciendo la aparición de poros dilatados.
Prevención de nuevos brotes: Actúa sobre las causas subyacentes del acné para evitar futuras erupciones.
Mejora de la apariencia general: Deja la piel más limpia y radiante.